LA VIVIENDA SOCIAL Y GHETTOS URBANOS RESULTADO DE LA POLITICA HABITACIONAL HEREDADA DE LA DICTADURA.
La actual política de vivienda
se mueve dentro de los parámetros fijados por el control privado del suelo y en
base a esa estructura es muy difícil que puedan realizarse cambios sustanciales
en la visión que se tiene de la vivienda social, visión generadora de cifras de
subsidio en lugar de un pensamiento basado en la calidad de vida, el barrio y la
ciudad.
HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA.
El período 1970-1973, se
caracterizó por planes anuales, que fueron los motores de la política social de
aquella época, y que tuvieron como principio básico la concepción de que la
vivienda es un bien al cual tienen derecho todos los habitantes y su reparto no
se puede regir por reglas económicas, sino por necesidad y condiciones sociales.
El papel de Estado era más
activo, propietario del suelo y encargado de construir y controlar de acuerdo
con las exigencias urbanísticas y sociales. Esto indudablemente provoco la
reacción de los empresarios del sector de la Construcción.
Esta política terminó con el Golpe de 1973, en la dictadura
de Pinochet se gestó una refundación de
la institucionalidad y no fue hasta el
año 1978 que la política de vivienda social sufrió cambios significativos.
Se acumuló déficit
habitacional en esos 5 años y la solución fue que el MINVU bajo la visión
político social de la Dictadura, elaboró el instrumento que hasta el día de hoy
garantiza la producción masiva y sostenida de viviendas sociales: El subsidio
habitacional.
¿QUÉ ES EL SUBSIDIO
HABITACIONAL?
Según MINVU: “Es una ayuda directa
del Estado que se otorga por una sola vez al beneficiario para la adquisición
de una vivienda para él y su núcleo familiar.”
El modelo parece exitoso desde
el punto de vista de la cantidad de viviendas construidas, 500mil en casi 25
años, pero el éxito se extingue cuando vemos la calidad de la vivienda y más aún
cuando vemos los impactos sociales y urbanos que la producción masiva genera en
la ciudad.
El subsidio busca atraer al
sector privado al mercado de la vivienda social. Los gobiernos democráticos de
los 90 buscaron estratégicamente consolidar el camino recorrido hasta el
momento y le dieron continuidad a la política forjada durante los años
anteriores.
Veamos algunas limitaciones del modelo de subsidio habitacional:
- Prima la cantidad de viviendas
por sobre la calidad.
- Se impone la tradición por sobre
la innovación tecnológica.
- Se potencia la fragmentación
urbana sobre la integración espacial y social.
- Prima la relación gobierno -
empresa por sobre la participación de los usuarios.
Desde mi punto de vista No se
trata de una política de vivienda sino sólo de un mecanismo de financiamiento público,
que atrae con mayor énfasis al sector privado al mercado de la vivienda social.
Si a esto sumamos la problemática
en la gestión de suelos, tenemos un completo pack de desigualdad y segregación
urbana. Esto ha generado con el paso del tiempo el surgimiento masivo de los pobres
“con techo” grandes conjuntos
habitacionales periféricos sin acceso a servicios con enorme problemas de convivencia
comunitaria.
Estas soluciones
habitacionales finalmente se han transformado en un problema habitacional y es
el fiel reflejo de una política carente de participación. Si hablamos con
cifras, actualmente el problema de los ghettos
urbanos con viviendas mal construidas son 3 veces más que las que faltan, eso
quiere decir 1.5 millones de hogares que fueron entregados vía subsidio y hoy están
en condiciones precarias, tienen un avaluó muy por bajo del mercado que no
permite venderlas y en algunos casos existen construcciones que deben ser demolidas.
En síntesis la situación
estructural del sistema es mala y para empeorar más aun las cosas el MINVU ha modificado su decreto de acceso a
la vivienda (DS 49), potenciando la postulación individual y de forma directa
con la constructora, dejando de lado la habilitación social y rompiendo la
relación organizativa que se generaba al participar de un comité de vivienda.
La modalidad ahora será que
cada persona tendrá el subsidio en su mano (una especie de cheque) con el cual
ellos podrán “elegir” sus viviendas, la pregunta es ¿entre que alternativas?
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