viernes, 29 de abril de 2011

Una maquina de guerra ennegrece la costanera.

Seamos directos, es una chatarra, una maquina de guerra que ya no sirve, un artefacto de metal negro que vino a varar al borde río.

Me dirán:

Es bueno reciclar las cosas que ya no sirven, tiene muchos visitantes cada semana, somos la única ciudad que tiene un submarino estacionado en el rio, etc.

Esta bien, mayoría manda. Quédense con su Submarino O’ Brien..

En este post más que criticar al submarino en sí, quiero hacerlo con su ubicación, quiero destacar la falta de visión urbana presente en el municipio de Valdivia.

Antes de su ubicación actual se lo quiso atracar bajo el parque Prochelle y si bien ese lugar era peor, el que ocupa actualmente tampoco aporta mucho a la trama urbana de nuestra ciudad.

Con que fin se aglutinan artefactos en la costanera?

¿No sería mejor potenciar el río en su extensión a lo largo de la ciudad y generar más puntos de atracción, servicios y espacios sociales?

Se comenta que técnicamente era inviable instalarlo en otro lado por temas de profundidades del río. Volvemos al punto inicial, ¿cual es el aporte urbano social de un Submarino acá?

Hacen falta más iniciativas para democratizar el borde rio, sacarle esa característica de espacio elitista y generar proyectos urbanos que se apropien de él.

jueves, 28 de abril de 2011

¿Refugio para la LLUVIA?


Si en uno de esos días lluviosos, tan característicos de Valdivia, usted ha estado esperando micro sabe a que se refiere el titulo de este Post.

Desde el año 2009 que estos paraderos se instalan en la ciudad, ajenos a ella, a su deambular y sobre todo a su clima.

Critiquemos que es gratis:

El diseño no atiende escala urbana ni al contexto climático, a ojos de cualquiera esta estructura precaria no logra satisfacer las necesidades del usuario.

No existe lugar donde sentarse y ni pensar en que nos proteja del viento o la lluvia.

Personalmente lo definiría como un artefacto, con líneas de diseño salidas de la mente de un proyectista febril nacido y criado en Las Condes o Providencia.

Pero, ¿Por qué?

Pensemos las razones a las que puede atender el diseño:

Se pensó una estructura rígida y resistente, de ahí su materialidad. Sin espacios de protección para disminuir rayados y vandalismo. Se hizo con esa forma para “mantener” la estética de la ciudad.

No hare juicios de estética pues pienso que la arquitectura antes que todo debe funcionar, y cuando no lo hace, es en gran parte culpa del arquitecto que la diseña.

¿Quien lo hizo?

El año 2008 se hizo un concurso de la cámara de construcción (Fercoval 2008) donde se presentaron muchas ideas de refugios peatonales. Pero el municipio las desecho todas y el arquitecto Matías Planas (posteriormente jefe de SECPLAN) fue quien finalmente diseño este singular paradero de micro, el cual se ha propagado estos 2 años por las calles de Valdivia.

Conclusión.

El refugio peatonal a escala urbana es un punto que ordena en gran medida la circulación y tiempos de espera en temas de transporte público.

A escala humana debería ser un espacio que otorgue protección y a la vez buena visibilidad del contexto. Claramente acá no se han logrado conjugar estos 2 factores.