miércoles, 30 de mayo de 2012

VIVIENDA SOCIAL Y GHETTOS URBANOS




LA VIVIENDA SOCIAL Y GHETTOS URBANOS RESULTADO DE LA POLITICA HABITACIONAL HEREDADA DE LA DICTADURA.



La actual política de vivienda se mueve dentro de los parámetros fijados por el control privado del suelo y en base a esa estructura es muy difícil que puedan realizarse cambios sustanciales en la visión que se tiene de la vivienda social, visión generadora de cifras de subsidio en lugar de un pensamiento basado en la calidad de vida, el barrio y la ciudad.

HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA.

El período 1970-1973, se caracterizó por planes anuales, que fueron los motores de la política social de aquella época, y que tuvieron como principio básico la concepción de que la vivienda es un bien al cual tienen derecho todos los habitantes y su reparto no se puede regir por reglas económicas, sino por necesidad y condiciones sociales.

El papel de Estado era más activo, propietario del suelo y  encargado de construir y controlar de acuerdo con las exigencias urbanísticas y sociales. Esto indudablemente provoco la reacción de los empresarios del sector de la Construcción.

Esta política  terminó con el Golpe de 1973, en la dictadura de Pinochet  se gestó una refundación de la institucionalidad  y no fue hasta el año 1978 que la política de vivienda social sufrió cambios significativos.

Se acumuló déficit habitacional en esos 5 años y la solución fue que el MINVU bajo la visión político social de la Dictadura, elaboró el instrumento que hasta el día de hoy garantiza la producción masiva y sostenida de viviendas sociales: El subsidio habitacional.

¿QUÉ ES EL SUBSIDIO HABITACIONAL?

Según MINVU: “Es una ayuda directa del Estado que se otorga por una sola vez al beneficiario para la adquisición de una vivienda para él y su núcleo familiar.”

El modelo parece exitoso desde el punto de vista de la cantidad de viviendas construidas, 500mil en casi 25 años, pero el éxito se extingue cuando vemos la calidad de la vivienda y más aún cuando vemos los impactos sociales y urbanos que la producción masiva genera en la ciudad.
El subsidio busca atraer al sector privado al mercado de la vivienda social. Los gobiernos democráticos de los 90 buscaron estratégicamente consolidar el camino recorrido hasta el momento y le dieron continuidad a la política forjada durante los años anteriores.

Veamos algunas  limitaciones del modelo de subsidio habitacional:

- Prima la cantidad de viviendas por sobre la calidad.

- Se impone la tradición por sobre la innovación tecnológica.

- Se potencia la fragmentación urbana sobre la integración espacial y social.

- Prima la relación gobierno - empresa por sobre la participación de los usuarios.


Desde mi punto de vista No se trata de una política de vivienda sino sólo de un mecanismo de financiamiento público, que atrae con mayor énfasis al sector privado al mercado de la vivienda social.
Si a esto sumamos la problemática en la gestión de suelos, tenemos un completo pack de desigualdad y segregación urbana. Esto ha generado con el paso del tiempo el surgimiento masivo de los pobres “con techo”  grandes conjuntos habitacionales periféricos sin acceso a servicios con enorme problemas de convivencia comunitaria.

Estas soluciones habitacionales finalmente se han transformado en un problema habitacional y es el fiel reflejo de una política carente de participación. Si hablamos con cifras, actualmente el problema de los ghettos urbanos con viviendas mal construidas son 3 veces más que las que faltan, eso quiere decir 1.5 millones de hogares que fueron entregados vía subsidio y hoy están en condiciones precarias, tienen un avaluó muy por bajo del mercado que no permite venderlas y en algunos casos existen construcciones que deben ser demolidas.

En síntesis la situación estructural del sistema es mala y para empeorar más aun las cosas  el MINVU ha modificado su decreto de acceso a la vivienda (DS 49), potenciando la postulación individual y de forma directa con la constructora, dejando de lado la habilitación social y rompiendo la relación organizativa que se generaba al participar de un  comité de vivienda.

La modalidad ahora será que cada persona tendrá el subsidio en su mano (una especie de cheque) con el cual ellos podrán “elegir” sus viviendas, la pregunta es ¿entre que alternativas?

viernes, 4 de mayo de 2012

Seminario en Valdivia hacia una Ciudad sustentable e Innovadora

Muchas voluntades pocas  herramientas para llevarlas a cabo.


El pasado viernes 27 de Abril, se realizó el seminario: Valdivia hacia una ciudad sustentable e innovadora, instancia que tuvo expositores internacionales y paneles locales.
Partamos del punto que no podemos creerle mucho a un Seminario de Sustentabilidad que está auspiciado por Celulosa Arauco, aun así hare una pequeño desglose de los temas tratados ahí.
Entre lo destacable estuvo la primera charla a cargo de Enrique Peñalosa Londoño, economista  y político Colombiano, la cual se centró en la ciudad de las personas, privilegiar siempre el espacio público y  el habitante por sobre la circulación automotriz.
Algo que ya habíamos leído hace años de Jaime Lerner cuando hablo del “colesterol urbano” definiéndolo como  la acumulación en nuestras venas y arterias del uso excesivo del  automóvil. “Eso afecta al organismo y hasta a la mente de las personas. Enseguida creen que todo se resuelve con el coche. Entonces preparan la ciudad sólo para el automóvil, viaductos, autovías… y las emisiones de gases de vehículos.”
Lerner Afirma que  pensar la ciudad en función del automóvil es el gran problema urbano, los grandes supermercados y centros comerciales en las afueras de la ciudad incentivan el uso del auto y favorecen la falta de ejercicio impidiendo caminar la ciudad.
Además el hecho de  separar las funciones urbanas,  vivir aquí, trabajar allá y tener actividades de  ocio en otro lugar  genera un desgaste y desperdicio energético.
La exposición de Peñaloza se centró en mostrar la visión ciudad pero no en identificar las herramientas políticas que  le dan sustento a ésta.
El colombiano, que  se mostró contrario a la construcción de puentes en la Ciudad de los Ríos, destaco que la ciudad debe crecer de forma compacta para tener distancias cortas. Estamos de acuerdo, pero cualquiera que conozca la trama urbana de Valdivia entiende lo necesario que es  modificar la actual estructura de conectividad de la ciudad, la cual necesita adoptar un esquema de red, diverso y democrático en cuanto a movilidad y  salir de su sistema de árbol con sólo una opción de movilización hacia la zona costera (algo que escribí en un post anterior). La sustentabilidad debe también asegurar la accesibilidad de los habitantes al todo urbano.
Posteriormente fue el turno de exponer de Ricardo Jordán, Geógrafo de la división de desarrollo sostenible y asentamientos humanos de la CEPAL quien hizo un paneo sobre la líneas generales de planificación urbana en américa latina, interesantes lineamientos, muy claros en el papel pero con enorme complejidad de materializar en un sistema donde el mercado es quien maneja la ciudad.
Acá caemos en el tema central, ¿cómo es posible planificar las ciudades sin las herramientas necesarias? De partida los obsoletos Planes Reguladores solo terminan regulando  el mercado del suelo y recordemos que en Chile, según la política de desarrollo urbano de 1979,  el suelo urbano NO es un bien escaso y su valor queda regido por las fuerzas del mercado.
Estrategias, acuerdos y planes maestros no son herramientas vinculantes y comienzan a depender de voluntades de uno y otro lado.
Creo que se requiere de una Política Regional de Ordenamiento Territorial acompañada de la respectiva ley,  que permita a los distintos organismos compartir objetivos comunes en lo que se refiere a la proyectar ciudades ambientalmente sostenibles, protegiendo los recursos y priorizando la ocupación de suelo y que garantice la participación ciudadana vinculante en los distintos niveles legislativos para el territorio, para lo cual es necesario esclarecer estrategias y  procesos de toma de decisiones en las distintas instancias de participación.
Las ciudades se encuentran siempre en un equilibrio precario entre crecer y gobernar su desarrollo. Las ciudades son organismo y sostener su dinamismo y al mismo tiempo no extender más allá de sus reales capacidades su tamaño y complejidad, son las condiciones básicas para el balance de su metabolismo.
Para finalizar esta diatriba contra el sistema, me quedare con las palabras de Roberto Martínez y su discurso de ciudad compacta y  los pilares fundamentales de la sustentabilidad:
Sostenibilidad económica: la que se da cuando la actividad sostenible ambiental y social es financieramente posible y rentable.
Sostenibilidad social: basada en el mantenimiento de la cohesión social y de su habilidad para trabajar en la persecución de objetivos comunes.
Sostenibilidad ambiental: compatibilidad entre la actividad considerada y la preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas, evitando la degradación de las funciones fuente y sumidero. Este último pilar es necesario para que los otros dos sean estables


Bonito discurso pero volvemos el tema inicial, muchas voluntades pero poca claridad  para llevarlas a cabo dentro de un sistema regido por el mercado inmobiliario.