viernes, 11 de noviembre de 2011

DISEÑO PARTICIPATIVO - Participación ciudadana parte 2



DISEÑO PARTICIPATIVO

En primer lugar dejemos claro que los procesos de consulta no son directamente participación.

A menudo en políticas y decisiones urbanas se generan consultas sobre la aprobación o rechazo de determinado proyecto o plan, pero estos nacen de una necesidad asumida por autoridades o proyectistas, por intereses económicos o políticos y en la minoría de los casos como respuesta gubernamental hacia necesidades latentes de la ciudad.

Como arquitectos, usualmente, tendemos a prefigurar los espacios para el desarrollo del hombre, en el contexto actual el diseño arquitectónico se ha convertido en una labor de “especialistas”.

Nos encapsulamos en nuestra visión técnico-formal, limitando a nuestros conocimientos la labor de proyectar. Esto se pone en práctica por 2 premisas, una basada en la creatividad del “diseñar” (proporciones, percepciones e inspiraciones) y otra “técnica” fundamentada en el análisis y conocimiento técnico.

En medio de este panorama se desarrolla una visión diferente sobre lo que debería ser la actividad de diseñar basados en la búsqueda de la gestión democrática de la ciudad, la capacitación de la comunidad para el desarrollo de alternativas y la generación de estrategias para la realización de proyectos.

Lo que esta metodología busca, más que la construcción de un edificio (plaza, teatro, centro cultural, etc.) es la construcción de ciudadanía, pues construir ciudad implica construir ciudadanía, como decía un viejo y querido colega (Q.E.P.D).

La nueva mirada que debemos tener concibe que la construcción de ideas sobre modos y formas de habitar es un proceso social en el cual las determinaciones principales las toman los sujetos mismos a través de su participación en decisiones cotidianas (individuales y colectivas).

Dentro del marco presupuestario actual, el diseño participativo debe insertarse como una herramienta coherente dentro del proceso productivo, por ejemplo en la vivienda, ésta debe ser desarrollada en concordancia con las formas de producción vigentes. Sin duda una limitante importante, pero también un contenedor que nos ayuda a diagramar mejor la estrategia de participación y los alcances que ésta pueda tener.

De lo Macro a lo Micro algunos niveles de participación

Planificación urbana y regional – referido a políticas públicas y métodos de planificación que van moldeando la ciudad. (Ej. PRC, Seccionales, Planes Maestros, etc.)

Uso social de la ciudad, servicios y equipamientos – referida a necesidad de espacios públicos, formas de uso de estos, proyectos urbanos como plazas, centros culturales, sedes sociales, espacios deportivos, etc.

Configuración del hábitat residencial – referido principalmente a la participación en el desarrollo de hábitat, vivienda y barrio.

Un buen referente a la hora de entender procesos y metodologías de trabajo participativo es Rodolfo Livingston, arquitecto Argentino creador de un método participativo para el diseño y especialmente para la remodelación de viviendas, es el inspirador de la iniciativa Cubana del “arquitecto de la Comunidad”.

En el plano nacional, es bueno revisar y entender el método de trabajo del programa Quiero Mi Barrio, donde la participación y empoderamiento de la comunidad es el motor en la gestión y realización de proyectos urbanos.

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